domingo, 14 de noviembre de 2010

Wakizashi… crak! Tanto…

Bueno ahí tenía un elástico de auto de unos 40cm y era perfecto para un wakizashi, asique me puse manos a la obra.

Primero enderezar el elastico, al fuego en una parrilla con mucho mucho carbón y un secador de pelo, cuando llegaba al rojo pasaba al yunque y con algunos martillazos quedo aceptablemente plana. Como siempre los golpes para dejarlo bien bien plano son los más trabajosos.

Luego de cortar la forma aproximada, a desbastar y biselar, primero con piedra en la amoladora, luego con lijas de diferentes granos en un disco piroexpansivo… y había quedado bien, incluso estaba sorprendido, era proporcionada, el bisel era prolijo y en la punta las hojas japonesas de este tipo tienen una particularidad (y de seguro un nombre, todas las partes y detalles tienen un nombre, son un poco obsesivos con esto), que se encuentran 2 biseles (algo como en esta foto) y también estaba bien logrado.


Entonces, una sinapsis aleatoria y maliciosa transmitió el mensaje: “Templémosla con el método oriental, usemos ese fango arcilloso en el lomo de la hoja y el filo descubierto”.

En general y particularmente en referencia al templado, soy un novato. Todo estaba listo para la tragedia.


Se me ocurrió usar agua, no tenía aceite y no podía esperar. Quizás calenté demasiado o no, no importa, lo que si importa es que enfrié demasiado rápido y casi al momento de retirarla del agua podía escuchar crujidos del metal contrayéndose. El barro, porque eso de arcilla es mucho decir, fue completamente inútil.

Note que se había curvado la hoja cerca de la punta y no se m
e ocurrió nada mejor que ponerla en la morsa y hacer palanca…

Exacto, ahora parece obvio pero en el momento no… soy un idiota… se quebró con una facilidad alarmante. Aquí una foto de los restos:
El resultado: entre 10 y 15 cm menos de hoja…

Aprendida la lección puse nuevamente al fuego, calenté algo menos que el rojo y deje enfriar lentamente. De todas formas quedaron algunas pequenas fisuras en la hoja (unas grietas horribles).









Sinceramente, esto fue tan desmotivante que me negué a darle una terminación más delicada y muchos detalles quedaron sin el correcto cuidado. Para hacer la vaina fui pegando capas de madera (con cola común) de la forma aproximada, cuidando siempre dejar el hueco interior. La forma y terminación es producto del lijado.

Con algunas imperfecciones, pero bueno, aquí esta
:












Saludos a todos!

7 comentarios:

  1. ¡Te felicito!, hay que tenerlos bien puestos para lanzarse por algo así, sé lo que se siente joder una hoja y en momento es muy feo, pero aprendes un montón. Bueno voy a atreveme a meter las narices en tu caso...

    Los elasticos de auto son generalmente de 5160, un acero con carbono y cromo y vanadio, no es tan noble como un acero al carbono, así que es normal que nos dé lata.

    Si era un elastico usado hallí está el primer riesgo(Gran riesgo) despues de una vida de uso puede traer microfracturas y de eso ya no te salva nada...

    Después de forjar, siempre siempre hay que normalizar, la forja deja tensiones en el acero así que hay que meterla en la fragua hasta la temperatura antimagnetica (le acercas un imán hasta que no lo atraiga) y la dejas hallí enfriandose lentamente en las cenizas para que la estructura se acomode a su nueva forma, se repite tantas veces sea necesario, es normal que salga torcida, ahy que hacerlo a conciencia y sin forzar nada.

    El 5160 jamás se templa en agua, los maestros espaderos que usan agua lo hacen con aceros al carbono y agua caliente (¡que cojones!) pero para elastico, aceite (Calientito para una pieza así) y punto. Tambíen es importante que la pieza no sea tan fina, vale más desbastar después.

    Después de templar hay que revenir, calentado la hoja parejamente hasta el color azul y listo, si después del temple salió algo torcidilla calientas este punto hasta el color azul y enderezas a la fuerza....(Es jodido con este acero pero rezando se puede)

    Por lo que alcanzo a ver, la arcilla si hizo su trabajo de protejer el lomo pero el enfriamiento fue muy violento, hallí estuvo el detalle, no sé que tan fino era el filo al momento de templar.

    Uy, espero no haberte aburrido...

    Anímo y a intertarlo otra vez que seguro te sale perfecto.

    Un abrazo.

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  2. Aunque hayas tenido un par de fallos te ha quedado un trabajo bastante bueno, además me has dado un par de ideas para algunas cosas que estoy planeando hacer.

    ¡Un saludo!

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  3. Impresionante trabajo...

    Además de lo dicho por Ismael, que de esto sabe mucho más que yo, te dejo una frase de Leonardo Daneluz que demuestra lo habitual de que se doblen al templarlas: "Si no te gusta enderezar espadas, es que no te gusta hacer espadas"

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  4. Les agradezco la visita y los mensajes de apoyo, la moral tiene un límite y mientras más subimos en ella mas fuerte caemos.

    Ismael, más que agradecido, ya por tomarte el tiempo de escribir todo esto, ya por enseñarme. Lo del imán tengo que probarlo!!!
    El próximo templado lo hare con aceite caliente, como dices. Lo próximo es un cuchillo estilo marroquí y luego una espada corta (viking)!
    Un abrazo.

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  5. Hola, opino lo mismo que Ismael, es mas, yo suelo templar las hojas de 3 en 3, porque siempre se rompe alguna. El que no rompe, es porque no templa.
    Paciencia y a por ellos.

    Un saludo.

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  6. A pesar de los fallos que dices que tiene, me parece un gran trabajo, vamos, ni en sueños me atrevo a hacer algo así.
    Seguro que los siguientes te salen mucho mejor, un saludo.

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  7. Qué lástima que se se haya quebrado esa hoja. Te quedó muy prolija la terminación final. Hay un método de templar (que todavía no utilicé) que es poner la pieza dentro de un tubo de hierro para proteger del fuego directo. Le suelen agregar unos trozos de carbón adentro para evitar la decarburación del acero. A lo mejor te puede servir para experimentar.

    ¡Saludos cordiales!

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